miércoles, 12 de octubre de 2011

La vida es corta, tiene su final, no seas tonto, disfruta que ya no hay vuelta atrás.

Me habré cansado de esperarte, de perder a solas la razón, del cielo aquel que tanto me gustaba regalarte.. mi vida, dime, ¿qué pasó para que todo fuese tan distante?
Mil lunas llenas por delante, excusas para no aguardarte. Te has marchado, ya te has ido, ahora sé lo que he perdido, y sé que no vale nada comparado con lo que me queda por ganar, que nunca se ha de comparar lo por vivir con lo vivido.
Olvida las penas, sácalas fuera, son pensamientos que te comen la conciencia, son consecuencias, son confidencias, son apariencias que se matan con coherencia.

lunes, 10 de octubre de 2011

Dime, explícame, ¿cuando dejaste que te manipularan el corazón de esa manera?

¿En qué momento dejaron de importarte las cosas que antes te importaban? ¿En qué momento dejaste de ser tú para convertirte en una insulsa marioneta? ¿Puedes decirme cual fué el momento exacto en el que dejaste a un lado todos y cada uno de tus principios para rendirte a esa fantasía irónica y surrealista en la que vives?
Creía que ya eras mayorcita como para vivir en cuentos de hadas.. Cielo, si algo va a enseñarte la vida es que no puedes creer que todo lo que deseas se cumplirá, es imposible. Es más, la mayoría de las cosas que sueñes no se cumplirán, y te tocará sufrir más de una vez, créeme.
Vivirás mil desengaños, atravesarás mares de mentiras, desilusiones y falsas verdades. Corregirás errores y lamentarás los incorregibles. Aprenderás a saber lo que más te duele, y de qué pie cojea cada persona. Extrañarás tu inocencia, aquella que perdiste la primera vez que se rompieron tus sueños. Creerás una y otra vez y volverás a ser traicionada.
Y al final de todo, ¿sabes qué? Que aprenderás la lección más importante de tu vida:
El más feliz, es el que es feliz con lo que tiene, no con lo que desea.

domingo, 9 de octubre de 2011

Vete tranquilo, sigue, busca otro mundo, vive, supongo que será mejor así.

Lo más duro es verte obligada a pasar página sin querer hacerlo, ¿a qué página vas a pasar si en la anterior está lo que quieres?
Lo más difícil, es pensar en un mañana sin verle, un mañana sin tenerle. No soy demasiado fuerte.
Lo que más cuesta, es pensar que todo está bien porque debe estarlo, pero en realidad no es así, todo está mal, incompleto, roto. Todo duele, ahora más que nunca. La cruda realidad es lo que duele.
Lo más irónico, es pensar que ni siquiera sabes el por qué de todo esto. Quizá la respuesta a la pregunta que ronda día y noche tu cabeza sea no preguntarse el por qué, o preguntarse, ¿y por qué no?
Pero ya nada de eso importa, la historia ha acabado, la función a tocado a su fin, última línea juntos, verso acabado y punto. Y aquí quedó conmigo, un corazón dormido, dejando de latir, que intenta seguir y se apaga.
Y lo que más duele, es que sean tan perfectos, y ni siquiera poder odiarlos por ser felices.