miércoles, 31 de agosto de 2011

Tienes cara de quiero y no puedo.

Tantas cosas que querrías haber conseguido y no pudiste, no tuviste oportunidad. Otras tantas cosas que esperabas que te agradecieran, y que jamás te agradecieron.
Tantas cosas quisiste hacer, tanto quisiste abarcar que no pudiste y acabaste.. así, sin nada. Creías que te ibas a comer el mundo de un sólo bocado, y te atragantaste. Y te pasó por pensar que podrías tener todo lo que quisieras, y no, no es así. Quizá te sirva de algo y aprendas que no se puede hacer todo de golpe. Con esto no quiero decirte que abandones tus sueños y que no persigas tus objetivos, pero sí que no lo intentes hacer todo a la vez, porque acabas perdiéndolo, todo. Tienes que abandonar esa avaricia que te caracteriza, dejarla a un lado, y entonces, y sólo entonces, luchar por tus sueños.

lunes, 29 de agosto de 2011

Y aún así, somos felices, de lo contrario, no lo seríamos.

Suele ser siempre así, quieres lo que no puedes tener, y lo que tienes no lo valoras. Siempre te apetece hacer lo que sabes que no puedes, aunque dos días antes hubieses podido y no lo hubieses querido hacer. Siempre te apetece ver a una persona cuando se va de viaje aunque te hayas pasado siglos sin verla antes de irse. Siempre quieres la camiseta que no te puedes comprar o los zapatos que no quedan de tu talla. Siempre desprecias lo que te dan o a quien tienes a tu alrededor y cuando lo tiene otra persona quieres tenerlo. Siempre desaprovechas tus oportunidades, de mil, te quedas con la más difícil, la que sabes que posiblemente no puedas conseguir. De millones de personas en el mundo, te enamoras de la más complicada de enamorar, la que posiblemente no se fije en tí, la que seguramente de haga daño, y aún sabiéndolo, insistes.. A todo el mundo le ocurre lo mismo, y quien diga que no, miente.
La pregunta es, ¿por qué nos complicamos tanto?

Los resultados de la ceguera producida por un ego exuberante..

Se acaba el tiempo, abre los ojos antes del abismo, ¿te da lo mismo?, eres prisionero de tu egoísmo.
Juegas, crees que todo es un juego y no piensas lo que ocurre en la realidad, conviertes a todos en fichas de una especie de ajedrez siniestro. Pero todo juego tiene su parte de realidad, un movimiento en falso y.. mejor no pensar las consecuencias, ¿verdad? Eso es lo que haces, cerrar los ojos ante las consecuencias de lo que estás haciendo, porque lo sabes, sabes lo que ocurre, y que no es un juego, y te mata ser indiferente, te está comiendo tu propia conciencia y aún así sigues sin reconocerlo, esto se te está yendo de las manos, no des la vuelta a la tormenta, al final serás quien pague la cuenta.