The world stops whenever you smile ♥

Dejémonos de tonterías. Tú sabes lo que quiero, yo sé lo que tú temes, ¿cuál es el problema?

Ambos sabemos lo que el contrario temía que supiésemos, estamos en paz, empatados, dejémoslo como está, volvamos a empezar de cero. Haz como que no me conoces, yo haré lo mismo, y cuando tú me sonrías, saltaré a tus brazos, como si no te hubiese visto desde hace mucho tiempo. No te pido que me traigas mil rosas ni que te pases todo el tiempo a mi lado, sólo quiero que esto sea eterno, porque ya sé cómo acaban todas las historias de amor. Sé que absolutamente todas acaban mal, muy mal. Por eso quiero una historia de esas que no tienen fin. Quiero una historia en la que no sepas lo que te espera, una de esas en las que no hay lugar para ningún por qué.

Puede que sea porque no tengo mucho que perder por lo que no me canso de intentarlo.

Quiero que me abraces así, como sólo tú sabes, decirte que te quiero, por siempre, que nada me importa más que tú. Quiero dejar libres cada uno de mis sentimientos, y no me importa lo que digan o piensen. ¿Gritarle al mundo que te quiero? para eso, te lo digo al oído, seamos sinceros.

Que serás un error, posiblemente uno de los peores que haya cometido, pero lo haría una y otra vez por tenerte conmigo. Sin embargo sé que sería muy egoísta pedir más teniéndote a tí, porque posiblemente seas lo que he soñado toda mi vida, o no, ¿y qué más da? Tengo tiempo de sobra para arrepentirme.

Mientras que el corazón y la cabeza callando prosigan, mientras halla esperanzas y recuerdos, habrá sentimientos.

Si esta vida me ha enseñado algo, es que, lo único importante es lo que ves cuando cierras los ojos, y siendo sincera, cuando cierro los ojos no veo nada, ni yo ni nadie, nada. Es la verdad, nada es importante, absolutamente nada. No hay prioridades, eso solo son inventos. Las cosas no son importantes, lo que importa es lo que sientes. No importa no tener mucho dinero mientras tengas con quien disfrutar lo poco que tienes. Qué mas da no tener libertad si tienes el cariño de esa persona en tu prisión.

Y mientras haya quien sonría, habrá alegría. Mientras haya amor, habrá felicidad. Mientras haya personas que solo con mirarse se entiendan, que hablen con silencios que luchen, que callen, que sigan adelante, que quieran creer que hay algo por lo que vivir, que vivan solo por vivir, porque merece la pena, habrá humanidad, porque somos eso, personas, que sienten, que lloran, que luchan, que aman, que perdonan, y que recuerdan. Y mientras tengamos sentimientos, no habrá nada más importante.

Así que, si alguna vez te cuestionas tus prioridades, cierra los ojos, siente, mira cómo tus dudas desaparecen.

Por no darme todo aquello que tanto necesité, gracias.

Te fuiste. Te fuiste y te llevaste todo lo que tenía dentro de mí, me dejaste vacía, vacía de tí. Vacía de todos esos pensamientos que me alegraban el día, vacía de sueños, porque yo soy una soñadora, no puedes llevarte mi espíritu, lo que te llevas son mis sueños. Vacía de lo que llegué a creer que nunca se desprendería de mí. Te lo llevaste todo, absolutamente todo, arrasaste conmigo y te fuiste tal y como entraste: rápidamente y sin avisar.

Tenía miedo, sí, tuve miedo de que esto pasase, creí que no podría seguir sin tí. Pero te doy las gracias, por todos lo recuerdos en fotos que nunca dejaste, por todos aquellos besos que no me diste, por lo abrazos que tanto esperé y nunca recibí, gracias, de verdad, me has enseñado mucho, en muy poco tiempo, te has ganado un récord. El récord en cómo atrapar mi corazón en un tiempo increíble. Y créeme, tienes tu mérito, no es tan fácil como parece.

Al final del camino, cuando ya nada tenga sentido, siempre me quedarás tú.

No sé si te decepcioné o te fallé. No sé si sentirme culpable y dejar que tú decidas. Y es que ví el final antes de querer empezar.

Y puede que haya terminado, pero esto no acaba aquí. Estoy aquí para tí, por si te interesa saberlo. Rozaste mi corazón, llegaste a mi alma.. cambiaste mi vida, y todas mis metas. Te conozco bien, reconozco tu olor, incluso podría decir que soy adicta a tí.

Y si cambias, recuérdame, recuérdanos, así como todo lo que solíamos ser.

Puedo verte llorar, sonreír, y me encantaría verte mientras duermes, aunque solo fuese un momento. Me gustaría pasar el resto del tiempo contigo, conocer tus miedos al igual que tú conoces los míos; que me jures que me quieres y decirte que no puedo vivir sin tí.

Y a veces despierto porque siento tu mano junto a la mía mientras duermo. Eres único, el único para mí. Sabes que estoy vacía sin tí.

Solo quise decirte, que se me quitan las tonterías al pensar que tú te vas.

No es que sea egoísta, me encanta conseguir lo que quiero, cuando quiero y cómo lo quiero. Y puede que pida demasiado y dé demasiado poco. Odio que los demás sepan mis errores, y que me los recuerden. Me gusta llevar la contraria incluso cuando sé que no llevo razón. Y no pediría nada por llevar la contraria cuando me llaman caprichosa. Pero sí, soy caprichosa, y mucho, aunque siempre me equivoque al encapricharme. Y me encanta, sobretodo, cuando me encapriché de tí.

Quiero hasta el último segundo contigo.

El típico sueño de todo ser humano: encontrar a la persona perfecta, su alma gemela. Esto no supondría ningún problema de no ser porque todos cometemos el estúpido error de pensar que esa persona debe tener nuestros mismos gustos, complacernos en todo, y un millón de idioteces más.

Sin embargo todos, cuando nos enamoramos, vemos a esa persona completa y absolutamente perfecta, y no, no es exactamente igual a nosotros.

Una vez aprendido esto se podría decir que, por primera vez en mi vida, sé lo que quiero.

Quiero alguien que esté, no siempre, pero cada vez que pueda, a mi lado. Alguien que sonría al verme, alguien que me haga sonreír al oír su voz. Alguien que cuando me abrace, cuando me bese, y cuando me hable, haga que desaparezca el ruido, que solo existamos él y yo. Alguien que me hable con la mirada, que entienda hasta mis silencios. Alguien a quien le encante hacerme de rabiar, hacerme cosquillas o simplemente picarme por tonterías con tal verme reír. Alguien que me haga sentir especial a cada momento, por el simple hecho de tenerle a mi lado, alguien que me diga y me demuestre lo mucho que le importo. Alguien que, a pesar de ser todo lo contrario a mí, siga sintiendo lo mismo. Alguien a quien poder decirle te quiero un millón de veces y me siga pidiendo que se lo repita.

Alguien que me quiera por encima de todas y cada una de las cosas de este mundo.