martes, 17 de agosto de 2010

Todos en algún momento nos hemos sentido agobiados, ¿el motivo?, nunca se sabe.
No tener ganas de absolutamente nada, simplemente esperar a que todo pase.
Puede que sea la monotonía, la gente, el aburrimiento, el cansancio, el no dormir bien o simplemente que hace mal día.
El caso es que lo último que te apetece en esos momentos es sentirte presionada, arrastrada o juzgada.
Parece que nadie te entiende, nadie entiende que tienes un mal día.
Posiblemente mañana esté todo olvidado y vuelvas a estar como siempre, feliz y contenta, pero hoy no.
Qué se le va a hacer, esperaré a que llegue mañana...

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