Romper un ''te quiero'' por la mitad. Seguir rompiendolo una y otra vez hasta que quede hecho mil pedazos. Agarras todos y cada uno de los trozos con rabia, con impotencia.
Los tiras todos a la basura con los ojos llenos de lágrimas y te repites una y otra vez:
-Nunca más.
Mientras, piensas que sabes perfectamente que eso es imposible, y eso es exactamente lo que más te fastidia.
Lo quieres y lo odias por momentos, depende de la ocasión.
Cada sonrisa, cada palabra, ¿Dónde quedaron? Aún no acabo de creerme todo lo que decías.
¿Sabes? Me puse a escribir en un folio un te quiero por cada momento especial que vivimos juntos, y me quedé sin tinta.
Todos aquellos ''te quiero'' acabaron hechos añicos en mi papelera..
Todos menos uno, que se me escurrió de las manos y calló en mi escritorio.
Aún tengo guardado ese te quiero por si algún día quieres cogerlo, por si algún día decides hacerme la chica más feliz del mundo.
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