Hoy es definitivo, lo sé, está claro, hasta aquí has llegado. Y aunque no me gusta decir nunca, si lo digo, lo hago en serio, y voy a demostrártelo.
Puede que haya tenido demasiada fé, o que simplemente quise creer en tí. Eras perfecto para esa historia que llevaba tanto tiempo inventando, pero claro, estabas demasiado ocupado. Ocupado pensando en tí mismo, ocupado creyendo que todo gira alrededor de tu ego, pensando que realmente vas a ganar algo por creerte lo que no eres. Y no eres ni la mitad de lo que te crees, ni mucho menos lo que yo creí que eras, me equivoqué, lo siento, no soy perfecta, al menos yo lo reconozco.
Dije que no me quería equivocar contigo porque me importabas demasiado, y era cierto, pero justo en eso me equivocaba, no debiste importarme, en absoluto.Y vas mal, vas muy mal preocupándote tanto por lo que los demás piensan de tí, ¿qué? ¿creías que no te conozco? ¿crees que no se exactamente cómo eres? Pues sí, lo sé, mucho mejor de lo que todos piensan, porque en el fondo, nos parecemos demasiado. Tan distintos que jamás nadie pensaría que yo llegase a sentir todo aquello, pero fue de verdad, supe que eras especial. Me ví reflejada en tí, tan fuerte, tan grande, pero tan pequeño e insignificante cuando te sientes solo. Ahora, no seas tú quien se equivoque, no pienses que todo ha acabado aquí, hay un mundo más allá de todo esto. Porque aunque quiera creer que eres idiota, incluso sabiéndolo, sigues siendo especial, no sé cómo, pero lo eres. Has conseguido calar muy hondo, no va a ser fácil vivir como si nada. No va a ser fácil volver a vivir sin tí.
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