miércoles, 21 de septiembre de 2011

Siempre supe, que cuando hay que hablar de dos, mejor empezar por uno mismo.

Si es cuestión de confesar.. No sé preparar café, y no entiendo de fútbol, siempre me equivoco, y jamás uso reloj. Nunca duermo antes de las diez, ni me baño los domingos. Espero cinco minutos después de que suene el reloj, nunca madrugo los sábados, y odio los domingos casi tanto como los lunes. No sé qué haré en el futuro, ni siquiera sé qué haré mañana. Me encantan las sorpresas, soy una ilusa y tengo miedo de encontrarme de frente con la realidad. No hago las cosas fáciles, tengo la manía de complicarlo todo, y nunca aprendo cuando me equivoco. Conmigo nada es fácil, ya lo debes saber, y no hay manera de cambiarlo, créeme. Y sí, me como la cabeza por las noches, pero es sólo porque no sé que hacer para sentirte aquí. Eres lo último que pienso antes de dormirme, y si al despertar no he soñado contigo, me lo invento y sigo. Tú llenas mi vida de sonrisas, de algún modo, la haces mejor.

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