sábado, 10 de diciembre de 2011

-¡Pero yo tengo más que tú, eh! + Pero, ¿más qué? -Más de todo, ¡siempre tengo más que tú, joder! -Si tú lo dices..

Las cosas no suelen ser lo que parecen. Si algo he aprendido de todo esto es que realmente nada es para siempre, no la creía cuando lo dijo, pensaba todo lo contrario, pero estoy empezando a darme cuenta de que llevaba razón, más de la que yo pensaba.
¿De qué te sirve hacer promesas si luego no las vas a cumplir? No salen las cosas como tú querías, y ya no todo el mundo está a tu disposición, y claro, de nada sirve ya lo que prometiste. No vas a cumplirlo porque no es exactamente como tu querías, aunque digas que lo comprendes no lo haces, quizá porque ya no te importa, o por despecho, cualquiera de las dos opciones me cuadra. Estás muy mal acostumbrada, todo el mundo lo sabe; y las cosas no son como tu te piensas, cariño, se llama interés, creía que eras un poquito más lista.
¿Realmente es eso lo que quieres? No sé si te estás engañando o es que tienes menos amor propio del que pensaba. Eso sí, la peor parte, te la vas a comer tú solita.
Ah, una última cosa, más te vale callar y parecer tonta que hablar y demostrar que lo eres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario