lunes, 26 de diciembre de 2011

Quiero una sonrisa como la tuya.

Era eso. Sí, me estaba equivocando. No tenía que pasar página, la historia ya se había podrido entera, tenía que cerrar el libro y volver a empezar, sino no valía, por más que lo volviese a intentar.
Y lo hice, después de quinientos-mil intentos lo hice. Y ahora.. ahora yo.. creo que soy una de las personas más felices de este mundo. Lo tengo todo, prácticamente todo y ya nadie me lo puede negar. Nada es perfecto, eso todo el mundos lo sabe, pero es que yo con lo que tengo no puedo pedir más. La felicidad de levantarte cada día y saber que hay alguien que se acuerda de tí, que va a contar contigo, que se disgusta si sabe que vas a faltar, que piensa que sin tí no es lo mismo y que te antepone a los demás, y eso.. eso no tiene precio.

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