Brindemos, porque no habrá ninguno igual, porque no lo habrá tan especial.

Normalmente, la gente hace tablones el día de nochevieja, para agradecer el año y a las personas que quieren y que han estado en él y lo han hecho especial, pero como yo de normal no tengo mucho, lo hago hoy, 1 de enero.

Ha habido de todo un poco, disgustos, llantos, malos momentos, mezclados con montones de alegrías, sorpresas y momentos inigualables e irrepetibles acompañados de gente muy especial que he conocido este año y a los que no cambiaría por nada ni nadie.

Este año me ha parecido un siglo por tantas cosas pasadas y sin embargo se me ha pasado volado, y que por mucho que haya ocurrido, no lo cambiaría, nada, porque ha sido como tenía que ser, y de lo contrario habría cosas, personas que no estarían aquí, conmigo, y eso no me lo perdonaría.

Y, por último, gracias, por todo, a todos, por este año, y sobretodo, por los que nos quedan.