martes, 21 de diciembre de 2010

Ríe cuando puedas, llora cuando lo necesites.♥

Aquí me tenéis, en uno de esos días en los que nadie te coge el teléfono y las paredes se te echan encima.
Yo sé que siempre hay salida, pero saber que todo irá mejor no quita que me sienta hecha una porquería.

Pasan los años, los proyectos, los sueños... ¿Recuerdas cómo querías ser cuando eras pequeño?
Crecer es darse cuenta de que la vida no es como quisieras que fuera.
Todo es mucho más complejo.
Responsabilidades, luchas, deberes...
Sonreír cuando no te apetece, mentir para no hacer daño a la gente que quieres.
Fingir cuando perfectamente sabes que te mienten.
¿Merece la pena hacer lo que se supone que debes más veces de lo que realmente quieres? ¿Por qué terminé haciendo lo que todos hacen si se supone que siempre me sentí diferente?
He sido una cobarde disfrazada de valiente, siempre pendiente del qué dirá la gente.
Escondo mis miedos para parecer fuerte, pero ya no más, es hora de ser consecuente porque...
Quizá la clave para ser realmente libre sea:
Reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites.
Ser honesto con uno mismo, centrarse en lo importante y olvidarse del ruido.
No obcecarse con los objetivos, tratar de relajarse y vivir algo más tranquilo.
Con esto me hago una promesa:
-Hacer lo que sea para encontrar soluciones, no problemas.
Sé que no soy perfecta y puede que nunca lo sea.
Y no me castigaré más por no serlo.
Voy a aprender a decir que no, a aceptarme como soy, a medir el valor.
Porque a veces fui valiente por miedo.
Sé que suena extraño, pero ¿sabes qué? Lo peor de todo es que es cierto.
Me centraré en lo importante:
En mi familia, mis amigos, mi pasión por el arte...
Aceptaré que tengo derecho a estar de bajón de vez en cuando, porque estar de bajón es humano.
No pienso rendirme ante ningún problema.
Confío en mí y soy capaz de vencer lo que sea.
Volveré a caer millones de veces, pero siempre volveré a erguirme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario