miércoles, 25 de mayo de 2011

Volaremos alto, ese momento será eterno.

Que te quiero joder, que te quiero. Exactamente eso es lo que quise decirte cuando me miraste a los ojos, cuando tu mirada estaba fija en la mía, cuando los dos teníamos miedo de qué pasaría un segundo después.
Un momento estúpido en el que tu voz demostró que estabas tan nervioso como yo. Y mientras yo solo sonreía, no supe hacer nada más.
Nunca me hubiese gustado tanto estar en tu mente, saber qué pensaste.
Me fui, miré atrás pero no te ví, ni aún las dos siguientes veces que miré. Te esfumaste.
Y ahora siento que te echo de menos, te echo de menos muchísimo.
Jamás he necesitado tanto a nadie a mi lado. Eres diferente a los demás, por completo, creeme.
Nadie ha conseguido que me desespere de tal manera, que sienta que soy capaz de cualquier cosa, que me da igual lo que piense el mundo si puedo estar cerca de ti.
Con tu sonrisa todo está arreglado, no importa nada más, que desde hace un tiempo vivo una vida diferente, una vida en la que tu haces presencia, en la que tu iluminas mi camino.
Y sé que me enrrollo mucho, que digo tonterías que no me entiendo ni yo, y siempre acabo de la misma manera, y es que no sé como decir lo que pienso.
Que te quiero joder, eso es lo que quiero decir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario