El tiempo sigue pasando, las horas, los días.. un continuo suceso de momentos que van formando tu día a día. Todo sigue así, como siempre. Te guste más, te guste menos, se te pase más rápido o más lento.
Puede que te asuste pensar que hace dos días eras una cría. Y si te das cuenta, lo sigues siendo, solo que un poco más grande, más fuerte y menos inocente.
Pero la mejor medicina en algunos casos es el tiempo. Para curar tus heridas, para enseñarte lo que es la vida y cómo debes de vivirla, para hacerte madurar, e incluso para demostrarte que aquello más insignificante, es lo que más te importa.
Así que no temas al tiempo, nadie es eterno. Nada lo es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario