domingo, 14 de agosto de 2011

Voy a quererte hasta que me duela tanto que sea incapaz de volver ha hacerlo.

-Es que, ¿qué quieres que te diga? Es.. indescriptible, esa es la palabra. Indescriptible es lo que me hace sentir ella. Sus gestos, su sonrisa, su forma de mirar con esos pequeños ojos marrones. Esa forma que tiene de tocarse el pelo, esa dulzura que rebosa en su mirada, esa forma que tiene de hacer que la quiera más por momentos. Su voz, eso si que es indescriptible, cómo consigue crear una melodía perfecta con cada una de las palabras que entona. El escalofrío que me produce el roce de sus piel, el vacío que deja en mí cuando se marcha, la cara de gilipollas que se me queda cuando me habla y cómo me encanta que se ría al oírme hablar. Que sí joder, que la quiero, ya está, ya lo he dicho, ¿contento?

Esas fueron tus palabras, ¿o me equivoco?
Estaba escuchándote. Yo lo sabía, todos lo sabían. Todos menos tú. Lo oí todo, y.. ¿qué querías que hiciera? ¿quedarme tan tranquila? No pude. Corrí hacia tí, te abracé y no pude contener las lágrimas. Sé que no te lo dije, no en ese momento, pero sí, yo también te quiero.

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